viernes, septiembre 21, 2012

Eduardo Hoffmann me pidió un texto para su catálogo

Eduardo Hoffmann es un pintor mendocino que me gusta mucho. Azares de la vida nos acercaron y nos hicimos medio amigos. Hace unos meses hizo una exposición en la Galería Coppa y me pidió que escribiera un texto para el catálogo, cosa que me honró y me puso contento.

Es difícil escribir sobre artistas, y más lo es hacerlo en los catálogos de sus propias exposiciones. Los escritos sobre plástica suelen ser confusos, exaltados, vagos. Este es el texto que hice para él, buscando otro enfoque, uno que por otra parte me surge naturalmente:


Palabras sobre Eduardo Hoffmann

Eduardo es pelado y se para cerca de sus cuadros y los complementa perfectamente: con su cálida solidez sostiene sus obras. Bueno, las obras se sostienen solas, o sea que Eduardo podría ir a dar una vuelta, porque ellas también nos contendrían, en ausencia del artista.

Tampoco es que Eduardo sea pelado, sino que se pela. Es un pelado voluntario, de esos que se cansaron del pelo porque están para cosas más importantes, como sus obras. Las obras de Eduardo son obras grandes, con belleza rara y empática. Hermosas, enormes paredes de mundo trabajado con colores y metamorfosis. Pero es lindo que Eduardo esté cerca, así además uno le puede decir: ¡qué lindos cuadros! Eduardo no se inmuta. Le debe gustar, pero por dentro. Tiene una tranquilidad impávida, tranquilidad de obra. Tal vez está tranquilo porque proyectó esos mapas de sensibilidad en las paredes, que son enormes y lo protegen. Nos protegen a todos, me parece. Podemos compartir la tranquilidad.

¿Qué hace madurar a un artista? me pregunté cuando vi obras anteriores, de una época previa a las recientes, que son las que a mí me colman. Se me ocurren algunas posibles respuestas: un artista madura haciendo todo tipo de cosas, pruebas y juegos, delirando un poco por varias corrientes, yendo y viniendo mil veces, es decir, no madurando. Un artista avanza cuando no quiere madurar sino divertirse, porque los resultados suelen ser indirectos, al menos muchos de los más significativos. Vale para todas las maduraciones: no se producen por intención, son el resultado de una vida libre. Se madura siendo libre, usando esa libertad y bancándose lo que ella trae. Una chica que sale a divertirse consigue novio, pero una que sale a conseguir novio vuelve sin nada. La premura por el logro hace que el logro no aparezca. Eduardo es un pintor que salió a divertirse y volvió con estos cuadros tremendos.

Otra respuesta, que es la misma, podría ser: un artista madura cuando expresó todas sus vías sentidas compenetradamente, creyendo en ellas. No hace falta seriedad, el compromiso puede pasar por un “a ver qué pasa por acá”: la exploración inocente carece de peso exaltado y vale igual, o vale más. La inocencia produce mundo. El artista madura cuando se encuentra en las cosas que puede inventar, tras haber explorado cándidamente todo lo explorable con lo que se topó en sus caminos.

La paradoja es que cuando un artista se consagra y es capaz de mucha belleza valida sus creaciones anteriores, que muchas veces no lucían tanto, pero que se vuelven interesantes porque se las sabe ligadas al resultado siguiente. Uno lee textos primeros de un escritor que adora y no encuentra en ellos el brillo que nos hizo valioso su estilo. Pero como gracias a la belleza o imantación alcanzada en las etapas más logradas el tipo ya se hizo querer, uno valora esos pasos de iniciación y los disfruta. Y cuando uno quiere a un artista pierde, o gana, y abandona ya un tipo de consideración de su obra para acceder a otra. Uno es una especie de amigo, de usuario enamorado, y disfruta de todo. Le da la mano a las obras, a todas.

Si es así, a la obra le aparece mucho el autor, corremos el riesgo de la mistificación, pero podemos estar tranquilos, llegamos al autor vía obra y no al revés. Lo que no es tan bueno es cuando sucede lo contrario, es decir, cuando uno aprecia la obra porque el autor es simpático, o hermoso, o pariente. A la finalidad de comer asados la simpatía es primordial, pero como artistas que somos los que formamos el público de arte queremos obras de valor. Nos gusta saciar el diapasón ese que vibra cuando ve algo que le parece hermoso. Vibra el diapasón personal, como si fuera la cola de un perro. Vibra expresando el contento, que es la intensidad constructiva que pasa por nosotros. Eduardo a mi me estimula el perro estético que llevo dentro.

Apreciás toda la obra de un artista porque alguna de ellas te tocó y empezás a querer al tipo. Tampoco se te ocurre comer un asado con un genio insoportable, como ha habido tantos. Podrás contar ese asado a una audiencia interesante, pero no lo vas a digerir bien. Pero lo mirás a Eduardo y sentís en su mirada el despliegue de la obra. Te mira y te sentís cuadro. Pero cuadro hermoso, colores y gestos.

No creo que la idea de belleza deba ser descartada de la consideración del arte. Evolucionar estéticamente no es engancharse con lo conceptual puro, es llegar a sentir como belleza cosas que tal vez en otro momento no hubieran sido bellas. Evolucionar estéticamente no es impostar un gusto superior, que prescinde de la luminosidad de la obra para volverse premisa vacía y altisonante. Pero además: de lo que se trata es de autenticidad, en arte, no de insertarse en la escena. A mí me gustan las obras de Eduardo desde esa cándida autenticidad con la que creo que hay que mirar todo, y me atrevería a decir que han sido paridas con igual criterio.

Aparte Eduardo tiene apellido de compositor clásico. Si tuviera una sola f y una sola n no sería así, pero Hoffmann suena impresionante. Si hasta dan ganas de seguir poniendo fs y ns: Hofffmannnnn. Podríamos llenar el catálogo de fs y de ns, y quedarían muy bien. No hay pintor argentino ni universal con tantas efes y enes, otro mérito que podemos sumar a los ya sabidos.

¿Qué más? Ah, sí: Eduardo hace street art en telas. Pero street art sin artista, street art del tiempo, como si las paredes (o pisos, o techos) hubiesen quedado abandonadas, el mundo humano disuelto, y las texturas se hubieran dado naturalmente, por el paso del viento. O esas texturas y formas desleídas son cosas que le aparecen dormido. O es un tipo que hace sus cuadros sonámbulo, levantándose cuando en su casa todos duermen, logrando esa materialidad desgastada que tienen las imágenes que después casi no se recuerdan.

También podemos hablar de color: hay una especie de calidez y de receptividad en sus luces, no se da el cultivo de una gama escabrosa. Hay una simpleza que da en la tecla y resulta conmovedora.

 Hablar de arte es siempre un poco bastante raro, porque las obras hablan por sí misma y uno al parlotearles encima a veces arma despelotes contraproducentes. Espero que este despelote tenga el sentido opuesto, de acercar a los amantes a estos objetos tan valiosos.

viernes, septiembre 14, 2012

El cambio valioso es el crecimiento


En el site "Cambio Cultural" me hicieron una entrevista sobre varios temas. Pueden verla aquí.

martes, septiembre 11, 2012

"Realismo de Aventura. Ideas y pasos para poder más, aun en tiempos de crisis".



El realismo no implica resignación y escepticismo. Ver la realidad tiene que ver con poner en movimiento la realización del potencial. La vida no es un problema, es una aventura. Requiere protagonismo y excitación.

El taller ofrece muchas ideas accesibles que permiten lograr una posición existencial protagónica y plena.

Información completa: http://www.100volando.net/12y15septiembre2012_realismodeaventura.html


Informes, Inscripción y reserva de vacantes:
Llamar a Maxi al 15 6207 7403 y/ó info@poderama.com.ar

"Clínica de Escritura" en dos encuentros


La "Clínica de Escritura" es un taller en dos reuniones diseñado para ayudar a todos los que quieran hacer avanzar proyectos de escritura o para los que quieran iniciarlos. 

Este taller sirve para:

  • los que siempre quisieron ponerse a escribir y nunca lograron hacerlo,
  • los que escriben pero necesitan criterios para trabajar sus textos,
  • los que desean plantearse un proyecto de escritura y tener estrategias para completarlo, se trate de cuentos, novela, poesía, ensayo o de escribir una tesis para terminar la universidad,
  • los que tienen que escribir porque su trabajo lo pide, pero lo hacen con dificultad, padeciéndolo,
  • los que escriben para pensar lo que viven, y querrían saber qué pueden hacer con todos esos textos,
  • los que disfrutan mucho leyendo y sienten ganas de escribir pero les parece un atrevimiento hacerlo,
  • los que tienen una novela o un ensayo a medio terminar y necesitan un empujón final,
  • los que tienen un libro terminado pero no están seguros de si les salió bien o mal y no saben qué hacer con él,
  • los que estudian y necesitan escribir con más fluidez para no padecer tanto cada vez que tienen que presentar un trabajo escrito,
  • los que tienen un blog o querrían tenerlo, y necesitan un empujón para liberar su capacidad de expresión,
  • los que saben que podrían avanzar mucho profesionalmente si dominaran un poco más la expresión escrita.

    Información completa: http://www.100volando.net/escritura/

    Informes, Inscripción y reserva de vacantes:
    Llamar a Maxi al 15 6207 7403 y/ó info@poderama.com.ar

sábado, septiembre 08, 2012

Algunas opiniones sobre mi taller "Realismo de aventura"


Las personas que hicieron el taller la última vez que lo dí, dijeron las siguientes cosas:

"Me resultó super útil, la perspectiva y las ideas las conozco porque devoro tus libros, pero el poder escuchar el planteo en vivo, con  la vehemencia, la pasión y el humor que lo hiciste me resultó inspirador".

"Enunciar proyectos, metas, objetivos, me pareció super movilizante, porque es una tarea que te pone en posición de tener derecho y poder desear y querer como posición no sólo legítima sino esencial para una vida plena".

"Mi devolución del taller que tanto me gustó hacer es… inicié terapia, que no deja de ser toda una manifestación de valor, dado mis 81 eneros".

"Alejandro tiene una particularidad de explicar que se entiende, a veces hasta gracioso de un humor único, inteligente. Me quedo con una frase que me dijo: Me gusta crecer y ayudar a crecer".

"Me sirvió y mucho, para volver a conectarme conmigo, con mis cosas, poder pensar en lo que estoy haciendo e intentar buscar mis propios deseos que tengo tan mezclados con los ajenos. Estar en foco conmigo y no con el afuera".

"Fue claro, sencillo, entrador, cero ostentoso, real, participativo, contagioso. Desde marzo estoy intentando ser independiente laboralmente….y cómo nunca es el momento (misma sensación de cuando decidís tener un hijo) me lancé este año en el medio del caos y bueno estoy en la búsqueda de gente optimista y realista y con Alejandro encontré materializado lo que yo tengo adentro".

"Todos los conceptos del taller me sirvieron para seguir ampliando en la búsqueda del disfrute (que es algo que estoy trabajando con diferentes técnicas / talleres / lo que voy encontrando que me interesa). La parte de los ejercicios que hicimos ahí mismo en el taller me sirvieron para bajar en palabras los temas en mi vida personal, y llevarme algunas “tareas” de cosas a revisar, pensar o replantear".

"Me encanta la caja de herramientas conceptuales que armás cruzando Nietszche, el zen, el management y la psicoterapia, es un juego inocente y al mismo tiempo valiente con las ideas, desprejuiciado".

"Pude aprender ciertas cosas de mi neurosis, que no me había dado cuenta de mi ser y poder modificar algunos pensamientos personales que  tenía sobre la realidad de uno mismo. Creo que fue importante el taller para poder desarrollar un proyecto muy importante, como intentar escribir un libro sobre los viajes que hago en Bici desde casa hasta el trabajo. Son 40 km de ida y 40 km de vuelta, es asombroso ver que todos los días son distintos. Siempre tengo algo para escribir ni bien llego a casa".

"Una experiencia distinta, movilizante, estimulante. Me encantó haberme hecho ese regalo. El curso me sirvió para clarificar objetivos, para reafirmar la decisión que tomé y redireccionar mi energía y tomar otras decisiones, para ver que los obstáculos son  remontables y naturales. Muchísimo para detectar temas y actitudes personales que quiero laburar personalmente y en terapia. Para poder ver situaciones personales de otro modo y poder transitarlas mejor. Para detectar mis melodramas y tratar de desarticularlos".

"Me sirvió el taller para nutrir y fortalecer algunas ideas de conceptos propios respecto de los objetivos personales. Para plantar un inicio de un proyecto de vida apoyado en el envión del entusiasmo generado durante la charla".

"Tengo en claro de que sólo necesito hacer el esfuerzo para poder vencer al flujo de la dinámica normal que me trajo hasta acá hoy, y que a sabiendas de que ahora puedo contar con alguna herramienta más para corregir el timón hacia donde van mis objetivos, (cosa que no hacia antes de pasar por el taller), y que ahora soy más consciente de que sentirme feliz (mi preocupación y objetivo principal) depende de mí. Y que para lograr alcanzar lo que me proponga, debo intentar sin miedo, y perfeccionar el método utilizado sobre la marcha".

"Salí de ahí con otro ímpetu, veía las cosas de otra manera, volví en colectivo a mi casa, en Lanús, y me encantó ver la ciudad de noche, iluminada, todo me parecía sensacional aún con sus cosas no sensacionales. Salí sintiendo que la vida no tiene techo, que el techo se lo pone uno con su miedo, y eso es genial".

"Yo me siento un aventurero desde siempre, y por alguna razón, en algún momento, perdí la brújula que me marcaba la dirección del deseo. Ahora, siento una gran oportunidad de reencontrarla y volver a utilizarla de nuevo gracias a este taller".

Más info del taller de Realismo de Aventura que daré el miércoles 12 y repetiré el sábado 15 de esta semana, click aquí: http://taller.100volando.net. Quienes se inscriban antes recibirán unas tareas para ya adentrarse en la experiencia. Nos vemos.

"¿Qué es la espiritualidad?"; artículo que saqué ayer viernes en La Nación on line


Ayer publiqué un artículo en La Nación llamado "¿Qué es la espiritualidad?", dando mi versión del tema. No es un término que yo suela usar mucho, pero aprendí a entender de qué se trata a traves de mis lecturas de Nietzsche. Supongo que también el Zen, Osho y Castaneda me ayudaron, sumando otras cosas aun más locas pero interesantes como Kryon.

Lo escribí en ocasión del evento organizado por Fevida, en el que participé como un gurú menor...

La versión de espiritualidad que ofrezco en el texto es rara, y se diferencia en unos cuántos aspectos básicos de muchas de las versiones más aceptadas, pero creo que es valioso sumar otra perspectiva. El artículo tuvo más aceptación de la que esperaba, lo cual me pone muy contento.

Lo que sí, tengo pedir que me cambien la foto que ponen, porque me veo desfavorecido... En realidad ya me dijeron que sí, están esperando que mande otra. Voy a ver si esta semana lo logro.

Y ya que estoy, acepto sugerencias de temas para mis próximos artículos en "La Nación"... Saludos!

Link: Aquí

martes, septiembre 04, 2012

Teoría de la escritura


Este es un fragmento de una "Teoría de la escritura" que incluí en mi libro "Conciencia Rockera":

No importa qué escribo, importa que escriba. La escritura es una búsqueda constante, de un tono, del desarrollo de la propia mirada, de ideas, de nuevas perspectivas de las cosas que pasan, de aclaraciones y de problemas. Una práctica constante con la que me esfuerzo por expresar lo que se envuelve en nebulosas, las formas del caos. Un trabajo, una militancia, un sacerdocio, un esfuerzo, un placer, un desarrollo con el cual hay que convivir y al que hay que abordar de distintas maneras.
Tengo la certeza de que las dificultades que presenta la escritura se resuelven en la abundancia del ejercicio de la escritura. ¿Abundancia? ¿No se trata más bien de escribir en el momento justo, de aceptar ese "a veces" que señala la necesidad del texto a través de las ganas de escribirlo? Creo más bien que en ese esforzarse a sí mismo al ejercicio de la escritura hay una ganancia, que en ella se propone un medio para la elaboración y que su aceptación decidida y abundante, más allá de las ganas, es parte importante de esa elaboración.
El punto de la escritura se logra cuando los problemas, lo incierto, lo turbio del pensamiento y de la experiencia aceptan volverse parte de esa fluidez relativizadora y movilizarse en la escritura en vez de paralizarse en el temor de todo.
Las ideas aparecen tangencialmente. Muchas veces un texto que discurre sobre una cosa se precipita en otra y allí aparece la idea, una imagen que relaciona de manera certera varias cosas, que se ofrece como solución de una tensión o se muestra como perspectiva de mucho interés.
No digo que sea necesario llegar a la escritura automática, pero sí tratar de entregarse al movimiento. Saber que la escritura es un proceso paulatino y no dejar de intentarlo. Incluir todas esas cosas aparentemente secundarias de la existencia, detalles.
La escritura es un duelo de uno consigo mismo, una experiencia de autorreciclamiento. Cualquier arte sirve para esto. Los productos que arrojan, las obras, son secundarios. Lo más importante es este proceso interno, que funciona por la mediación de las obras.
Si ponemos el acento en ellas, el juego se paraliza.
La imagen es de Anselm Reyle.

Link: "Conciencia rockera" en Bienvenidos a mí

La mujer: una oportunidad para la empresa


El miércoles 13 voy a coordinar este interesante desayuno organizado por IDEA. Para ver mejor hagan clic sobre el flyer...

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