jueves, octubre 04, 2007

Los docentes y el pensamiento crítico

Ya que hay tanto docente en su casa, hoy, me parece que es un buen momento para volver a tratar un tema importante.

Todos sabemos que la educación no es lo que necesitamos que sea. Además de los problemas de presupuesto y demás, hay problemas de eficacia. ¿Cómo hacemos que la educación sirva para el mundo de hoy, para que le de algo a los chicos con lo que volverse personas productivas, capaces y felices?

Y quiero aludir a un tema de fondo, que considero básica, algo que podríamos decir pertenece a los valores que la educación propone.

Hay un valor que creo negativo y es el del pensamiento crìtico.

Los docentes gustan decir que quieren que sus alumnos desarrollen pensamiento crítico, como si lo más importante fuera estar atentos a las trampas de la sociedad, como si frente a la realidad lo más importante fuera criticarla, señalar sus defectos.

Lo que propongo a cambio, que me parece mejor y más valioso, es que los docentes asuman el desafío de desarrollar el entusiasmo de los alumnos. No el pensamiento crítico, el entusiasmo, las ganas de hacer, el interès por algo, su capacidad de avanzar y de crecer.

Esto tiene que ver con una locura crítica que atraviesa a nuestro estilo nacional.

La crítica es una de las funciones del pensamiento, pero no la principal. Es más importante la capacidad creativa, la invención, la comprensión, el deseo, las ganas.

Después nos sorprendemos de que los adolescentes estén desapasionados, pero antes los entrenamos en el sinsentido, en la idea de que el más crìtico es el más inteligente.

Vivimos en esa ilusión, el que más descontento está es el más inteligente. El que critica una película, cuando vamos al cine, parece más inteligente que el que sale contento.

Hay dos sentidos de la palabra crítica: evaluar objetivamente o captar la trampa, la negatividad. En el primer caso también se da un paso negativo, porque no siempre hay que ubicarse con objetividad, lo más valioso es que uno pueda querer algo, entusiasmarse, luchar por lo que cree, ser capaz de inventar, crear, buscar, avanzar.

Las ganas de vivir son más importantes que el pensamiento crítico, hay que entrenarse en este poder dormido, que aplastamos con el hábito de la queja, el descontento, la insatisfacción.

La sociedad funciona mejor cuando la gente se anima a querer, a confiar, a inventar, que cuando se dedica a sentir que todo va mal.

No es tan importante decir qué es lo que no funciona, o lo que no se puede: es más valioso entender cómo se hace lo que queremos hacer y aprovechar lo posible con arte e inteligencia.

La Argentina tiene más capacidad crìtica que capacidad creativa, y esto es una de las cosas que tienen que cambiar.

Hay que educar en el arte de querer, pensar, hacer, crecer. Es un camino más efectivo que el del pensamiento crìtico, que ya hemos visto no produce grandes avances.

26 comentarios:

Balder dijo...

Hola, soy docente, profesor de historia, leo tu blog aunque reconozco que casi el 100% de la de las veces estoy en desacuerdo. Con respecto al paro de hoy, me he adherido y voy a estar presente en la marcha.

Creo que la cuestión del pensamiento crítico hay que plantearla desde otro punto de vista. Es decir, la crítica no como queja, sino como discernimiento. Es decir, buscar que los educandos puedan discernir entre distintas posturas. Hoy los chicos, especialmetne de contextos educativos de sectores de clase media y media-alta, cuentan con demasiada información pero a veces no tienen las herramientas para tamizarlas. EL pensamiento crítico sirve, a mi criterio, para eso, para discernir desde qué lugar se afirma cada cosa.

Y con respecto al entusiasmo, creo que no hay que plantear una dicotomía entusiasmo-crítica. El entusiasmo se transmite desde el docente: hablando s, escuchando, contando qué sensaciones nos produce un tema, qué visiones distintas pueden existir sobre un problema, etc. "Enseñar" a tener entusiasmo implica estar entusiasmado con lo que uno hace. Lo cual no quita entender que somos trabajadores de la educación además de docentes, con todo lo que eso implica.

Saludos,

Prof. Manuel Muñiz.

Anónimo dijo...

me parece que te equivocas si opones pensamiento crítico a ser creativo, original, etc
quien no puede aprender a amar, y a querer manteniendo un pensamiento crítico??? no hay dicotomía, ese es tu mayor error, pensás dicotomicamente

Alejandro Rozitchner dijo...

La crítica como evaluaciòn o discernimiento también implica cierto vicio: distanciarse de las cosas buscando la objetividad. En cierto sentido es necesario, pero no al punto de justificar o promocionar el desapasionamiento. No creo en la evaluación, creo en el deseo, en las ganas. Por más que no te guste hay una dicotomía entre entusiasmo y crítica, el crítico desaprueba el entusiasmo o se pone a medir en vez de fluir. Lo que permite discernir, además, no es tanto una evaluación mesurada sino la capacidad de querer, de animarse a querer. Pero entiendo que este es un valor de esta época y que muchos se resistan a él o no puedan entenderlo. Hay mucha resistencia a una vivencia de inocencia y libertad como la que el entusiasmo propone.
Gracias Balder.

Alejandro Rozitchner dijo...

El truco de descalificar un argumento por considerarlo dicotómico tiene patas cortas. El tema está en ver si el sentido planteado funciona o no. Y creo que hay no sólo dicotomía sino enfrentamiento entre entusiastas y críticos. Y que el énfasis puesto en el objetivo crítico de la educación hace mucho daño a la eficacia de la educación. El creativo no hace hincapié en la crítica sino en el deseo. ¿Y por qué comentar anónimanente, anónimo?

Sine Metu dijo...

No por tratar de interpretarte, creo que lo importante es evitar que los chicos se formen una personalidad de espectadores de la vida, al estilo de couch potatoes sentados mirando TV y criticando a todos los que aparecen en ella.

Dos links que quieren sumar:

Una caricatura de John Cox Art sobre los críticos (recomiendo leer el primer comentario, jaja.)

Una encuesta global que muestra a Argentina como uno de los países más preocupados por la calidad de las escuelas.

Además lo del formar en el pensamiento crítico no es neutral. Algunos te "programarán" para que critiques al socialismo, por ejemplo. Mientras que otros te "adoctrinarán" para que critiques al capitalismo.

OK, otro link a un graffitti en el frente de una escuela pública en Rosario.

Una imagen vale más que 1000 palabras.
¿o que 100 volando?
nah!

Anónimo dijo...

La cuestion pasa por cual es el esquema de prioridades. ¿Que objetivo es mas importante? ¿Incentivar la creatividad y el entusiasmo? ¿la capacidad de razonar? ¿la facultad de criticar? ¿el conocimiento "enciclopedico"?

No me parece que todos esos objetivos esten completamente enfrentados. En ultima instancia, la creatividad en el vacio no siempre es util (ni siquiera en las artes).

Mi percepcion es que la mayoria de los chicos son por naturaleza entusiastas y creativos. A muchos, la escuela les mata eso en lugar de potenciarselo.

Y eso no es casual. Cualquiera que ha enseñado algo sabe que es mucho mucho mas facil enseñar contenido y critica que creatividad, razonamiento y entusiasmo. En parte estos ultimos implican una actitud muy activa de todos (alumnos y maestros). No solo es mas facil, sino menos riesgoso y mas sencillo de evaluar.

Aun cuando la creatividad no este completamente enfretada a la capacidad critica, me parece que Alejandro tiene razon en que ambas requieren del alumno una actitud diferente. La creatividad y el entusiasmo requieren una forma mas activa, implican mostrar al mundo lo que uno puede generar, es mas emocionalmente mas riesgoso pero tambien mas redituable.

laura dijo...

Yo soy maestra y ejercí durante 15 años, con mucha dificutad-por el sistema mismo- Mi deseo siempre pasó por encarar la enseñanza desde otro lado y eso desorganiza todo lo que está tan organizado en una ecuela. Valorar lo original, lo creativo, sacar provecho al entusiasmo que generan ciertas cosas en los chicos...y sobre todo que los docentes pongan entusiasmo y busquen la manera de salir de la queja y los problemas. Trabajar con chicos es muy cansador, pero terriblemente gratificante.

Anónimo dijo...

Alejandro, sin darte cuenta quizàs, estàs hablando del embriòn zurdo en la educaciòn.
Esa izquierda que vos consideraste simplemente fracasados y nò una real polaridad con la derecha. Polaridad inexistente en la realidad, màs allà de creativos vs. inùtiles, destructivos.
Estos pibes progres embrionarios, resultado de "educadores" que abrevaron en las aguas del permanente descontento, el rumbo a la nada, desde altos pedestales de justicia.
Justicia con la guita ajena y eliminando al otro.
Los pendejos con acnè que desafìan, insultan en el Pellegrini.
Es su laboratorio para lo que son luego, activamente.
Los inùtiles, no creativos, no imaginativos...simplemente se arrogan la virtud de estar en contra de algo porque - no sè quien carajo se los dijo - son mejores.
Es toda una cultura.
Mientras tanto, la gente crea, labura.
Ellos, estos pequeños embriones de inùtiles reaccionarios como los que nos gobiernan, imponen cortes de calles, rutas, afanan, seràn como ellos.
Toda una "educaciòn", en la antìpoda de lo que era para Alberdi y Sarmiento.

Mastrocuervo dijo...

El supuesto "pensamiento crítico", tal como lo plantean muchos docentes hoy, está en las antípodas de la promoción de la creatividad y el entusiasmo que debería ser un pilar de la actividad educativa.

Esa concepción expresa una vertiente más del progresismo a la moda, que pretende explicar nuestra situación basándose en la teoría de la campaña antiargentina, uno de cuyos referentes es Felipe "copy & paste" Pigna. Y otro, Pergolini...

En Tierra del Fuego, el año pasado, una consigna del gremio sostenía que "los docentes enseñamos a luchar".

Me parece que el grafitti captado por sine metu no alude sólo al adoctrinamiento K, sino también al de raigambre bolivariana...

Raúl Soria dijo...

Alejandro, hacer un comentario sobre algo que no escribí y con lo que concuerdo me sigue pareciendo una falta de respeto, pero me disculparas.
De ante mano, ojala (ala quiera) haya muchos tipos como vos que se dispongan a disparar ideas, a generar nuevas, a parir pensamiento para poner en practica; cosa rara ya que como argentinos vivimos desempolvando ideas, que no son nuestras, que no nos sirven o hicieron mucho daño ya, ideas que dividen y lo más lamentable ideas que son ideas y nadas mas.
El tema Educación me toca al igual que a vos y creo que nos toca a todos de cerca, siento sinceramente pena al ver comentarios de docentes, tan obtusos por no poner alguna otra palabrita pe… , que siguen levantando banderitas de proceres y personas, que seguramente mucho han hecho, pero que si vivirian por estos dias algo me dice que pensarian diferente. Bronca también me da ver entre los comentarios el de Laura, maestra que ejerció durante contra la corriente, a pulmon y a salud muchas veces, como otros docentes que lamentablemente son los menos.
Te cuento que tu manera de pensar la educación coincide con un pensamiento alberdiniano; Alberdi redactor de nuestra constitución publicó otro libro llamado Bases; en él, al final casi del libro hace una definición casi por descarte de la educación por lo menos como él la veía; dice algo así como “educar, no es instruir; educar no es adoctrinar… educar es enseñar a pensar con criterio propio” nada habla de la crítica.
Por otro lado, como futuro abogado, muchisimas veces escuché la fracesita “seras lo que tengas que ser, o serás abogado”; desgraciadamente la frase tiene no solo un parecido con la realidad del derecho, sino también con la realidad de muchos docentes que hoy ejercen; tan poco valor la damos a la educación?
Te pongo un solo ejemplo, un médico es ante todo un estudiante UNIVERSITARIO que egresó, a su vez este debe hacer residencias durante un tiempo para luego sí, poder ejercer.
Un docente es docente, porque un día un adolecente sin saber que hacer o que ser salió de su casa sin saber que hacer o que ser, ( OJO cosa que es natural porque tienen 17 o 18 años) se anotó en un magisterio, cursó 3 años, no leyo nada… o por lo menos; lo que pudo haber leído es poco para la gran tarea que debe desempeñar y de buenas a primeras, está frente a un aula. Ah... casi me olvido, los docentes hacen perfeccionamiento docente, algo asi como un grupo de autoayuda sin coordinador… ya que quien brinda los cursitos son ellos mismos.
Alejandro… yo no puedo dar u contagiar algo que no poseo; sí, no tengo entusiasmo en la vida, ¿como puedo contagiarlo a los alumnos?, como el nombre de tu taller ¿Cómo hago?. Un abrazo y gracias por seguir contribuyendo a pensar, a formar criterio, a criticar la critica si se quiere.

Diogenes dijo...

Puede que la dicotomia del entusiasmo-critica sea cierta, pero a veces para construir hay que destruir antes, creo q nietzsche habla del tema en alguna pasaje...
Tambien es cierto que estar en posicion critica, es una instancia a veces, de comodidad, porque nada se propone, de negatividad, de pasividad, de letargo inutil, pero no obstante la critica puede ser necesaria para liberarnos de ciertos prejuicios, encontrar nuevos caminos, y la posibilidad de ver cosas que antes uno no veia. La objetividad, aun la presumida por la ciencia, ni vale la pena enntrar en discusion...
El entusiasmo por si mismo, o el deseo sin direccion, a mi manera de ver, nos convierte presa de cualquier sistema de marketing, de consumismo, etc. Pero el entusiasmo es necesario para crear.
Tal vez, la critica nos permite liberarnos, ver mas alla de la moral y los valores de la epoca, pero nada mas, y despues el entusiasmo nos permite crear y darle un sentindo a las cosas.
En definitiva, critica-entusiasmo, pueden ser dos instancias sucesivas y dinamicas, que nos permitan crecer, no ?

Apo dijo...

Alejandro, Que te parecen las Escuela Waldorf?? las recomendarías? las concideras dentro del sistema de educación? del cual hablas y en parte estoy decuerdo.

Gracias!

Arte y Sport dijo...

Totalmente de acuerdo con Alejandro, Jota y Mastroscello.

Trato de determinar un momento más o menos preciso en que toda la cultura popular y mediática se transformó en el mero señalamiento constante de una serie de calamidades cuya culpabilidad puede achacársele a cualquier clase de entidad real o inventada (el sistema, el imperialismo, los EE.UU., el capitalismo salvaje), pero me resulta imposible. Imagino que es parte de la cultura argentina de las últimas décadas, si exceptuamos el curioso intervalo de los hoy demonizados años 90.

No es sólo el pensamiento crítico (¿Cómo se llama el portal de Majul? Hipercrítico.com. El paroxismo de la crítica). Es la invocación constante a "la lucha", "la resistencia", "el aguante". La negatividad absoluta. Si bien este estilo es una constante de la cultura académica, resulta sorprendente cómo se ha ido trasladando a todos los ámbitos de la sociedad. Hoy, el periodista de economía de terra que hace diez años escribía sobre las bondades del libre mercado ha sido sustituido por otro que escribe sobre la supuesta expoliación de nuestros sueldos por parte de los bancos, y cualquier movilero de TN se cree el Che Guevara cuando cubre una protesta contra Botnia. No me estoy refiriendo a dos radios sindicales, sino a los grupos Telefónica y Clarín.

Sign of the times, el que no critica, el que no "lucha", el que no encuentra conspiraciones de poderosos por todos lados, parece un boludo.

Anónimo dijo...

Para mi la capacidad de discernir problemas de logica o problemas con un argumento, no priva la capacidad de creatividad. Es mas, creo que para crear algo con valor, hay que entender la realidad tal cual es, y creo que para entender la realidad es necesario saber discernir entre argumentos falaces y argumentos solidos.

Diego dijo...

Me pregunto si la misma crítica al pensamiento crítico no es hija de él, un vestigio acaso. Y si no incluye eso mismo, un entusiasmo en sí.

Igual entiendo tu punto y me siento en sintonía con él.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Alejandro

Escuche tu editorial en la radio y concuerdo en general contigo. Te recomiendo ver el video de una charla que dio Sir. Ted Robbins, un referente de la educaciòn publica en el Reino Unido. Puedes ver el video en www.ted.com haciendo una busqueda por el nombre del expositor. Es gratis

Roberto

Sebastián Orrego dijo...

Ale,
como en otras ocasiones, me tomé el atrevimiento de poner tu texto en mi blog. Claro que con las menciones correspondientes.
Excelente posteo!

Anónimo dijo...

Hola Ale:

Leí tu post y me dieron ganas de poner un comentario, leí los otros comentarios y me sentí abrumado… no se quienes son, no quiero ser irrespetuoso, pero si eso refleja el pensamiento de gente que tiene que ver con la educación argentina, entiendo porque estamos en el horno. ¿Cómo no ser critico?. Entre otras cosas me pregunto ¿Cómo “adoctrinan” o como enseñan a “pensar críticamente” docentes del norte o del sur con alumnos con hambre?, o de acá nomás en el conurbano a 10 minutos del obelisco, que los alumnos dejan la escuela para ir a cartonear. O Sino me pregunto ¿Cómo enseñan a ser creativos y entusiastas los docentes de alumnos que tiene el futuro desbastado, que no tienen posibilidad alguna de ver a su familia en condición digna?

La crítica, hoy en día, es la herramienta de los infelices de turno para tapar su ineptitud, su incapacidad y su falta de espíritu. Es patéticamente cierto que entre los jóvenes esta implantada la idea que quien mas critica posee mayor grado de “independencia” y no está bien estar conforme (y no me vengan con que eso es ser adolescente). Y como se puede enseñar a pensar críticamente en la escuela cuando a duras penas se enseña a pensar (me están jodiendo!!!!) o es que nuestra educación solo esta dirigida a “contextos educativos de sectores de clase media y media-alta” o “para los del Pellegrini” como si fueran a estos privilegiados a quienes les debemos una educación acorde a los tiempos que corren.

Si fuera factible, Sarmiento, Alberdi o cualquier otro prócer saldría de su tumba para dar lecciones de humanidad y a recordar a los educadores que su función principal es generar gente de bien, capaces de ser sensibles a la condición del otro, con obligaciones morales antes que económicas, ideológicas o partidarias. Que opinaría Domingo Faustino al enterarse que los maestros dejan las escuelas del país solas y a sus alumnos sin educación porque un puñado de personas, elementos del poder político, así lo deciden.

Nuestro sistema educativo no le sirve a nadie, genera frustración en educadores y educandos, dejémonos de joder con el color de la cortina cuando ni siquiera tengo la casa y pongámoslos a cavar los cimientos… y no escribo más porque me reeeecaliento….

Abrazos, ché.

Anónimo dijo...

quizás yo viva en otro planeta, pero realmente piensasn que el pensamiento crítico es pilar en la educación argentina?? han tenido acceso a algun manual secundario y han visto ahí expuesto pensamiento crítico? pigna es un exponenete del pensamiento crítico?????
No hay pasión y deseo en pensadores como Rosseau?? no hay creatividad en Brecht?, ni entusiasmo?

Leandro DS dijo...

Alejandro, aspiro de a poco a convertirme en buen educador. Comprendo tu análisis. Soy profesor de informática y es difícil en muchas situaciones transmitir pasión y ganas al educar con todas las carencias del sistema, aún así se busca la mejor manera de hacerlo. No creo que un pensamiento crítico se oponga a esto, más bien se lo puede utilizar para "tomar lo que tenemos, analizarlo y mejorarlo o cambiarlo" creando con imaginación (tomando tu idea), a pesar de las complicaciones y los desánimos que provoca la situación.
Pienso que la clave está en trasnmitir ese entusiasmo, aplicando o no el pensamiento crítico.

El Paradojista dijo...

Ante ciertas confusiones, hay algo que tenemos que poner en claro. No es por defender a Alejandro pero la crítica a la crítica no es crítica. ¿Cómo es eso? Esta figura de pensamiento se llama doble negación y se basa en oponer a una negación simple, otra negación simple. De esta manera la negación tiene que vérselas con sí misma. O sea, tiene que tomar un poco de su propio chocolate. El resultado es que la negación deja de serlo. Es matemático, menos por menos es igual a más. Ahora bien, con la crítica pasa lo mismo, la crítica es negativa (no en un sentido peyorativo, qué vamos a hacer, es su cualidad) entonces, lo que siempre propongo es que, si algo es bueno, o funcional, o práctico, etc., tiene que poder aplicarse a sí mismo. Lo que la mayoría de los educadores no comprenden es que si la crítica es tan buena, entonces bien podemos criticar a la crítica. Si no puede aplicarse a sí misma desaparece, como desaparece la cualidad negativa en la doble negación. En los viejos cuentos míticos el mal no podía reflejarse a sí mismo (recuerden a Drácula, bueno también hay otros ejemplos).
Si quieren seguir investigando esta estructura de conocimiento les recomiendo este link en el que sobre el final hay un ejemplo de nuestro amigo Rozitchner.
Link: http://www.paradoxportal.com.ar/paginas/enciclopedia-doblenegacion.html

Anónimo dijo...

Una vez descubrí porque me aburría tanto en las clases de inglés y comprendí que no era por lo que estaba estudiando, sino por el modo en que me era ensañado. Todo estudio merece un estímulo para que cause un efecto gratificante. Que un profesor motive tus ganas de, siempre es más positivo que remarque tu falta de.
Creo en la creatividad por sobre el poder de la critica y comparto con Alejandro que siempre sobresale más el critico que el que aporta algo que suma.

Victor dijo...

A la flauta... se armó una trifulca. Leí el post el otro día y no tenia mucho que comentar ya que coincidía.
Lo que observo es que por algún motivo, a cierto tipo de estructura de pensamiento, este artículo fue como un gancho al hígado. ¿Por que será?
Saludos.

PD: Majul no estaría de acuerdo (chiste)

"Parte de la..." dijo...

Alejandro, Te escuchè hablando sobre este tema en el programa de radio de Ari Paluch y vine a ver tu blog inmediatamente. Me parece muy importante este pensamiento creativo tuyo. Simple. Sencillo. Eficiente. Sin pretensiones utòpicas y poniendo el foco en cuestiones pràcticas, siempre superadoras del pensamiento crítico (que queda bien, pero no necesariamente hace el bien). Gracias por la claridad conceptual. Gonzalo Torres Argüello.-

Unknown dijo...

Bueno, creo que la crítica es útil en un sentido amplio, creo que no se opone a la creatividad o a la construcción, siempre y cuando sea parte de un proceso íntegro. Es decir; yo creo que la crítica surge cuando alguien detecta que algo está mal o algo que se puede mejorar no?, bueno, eso es una parte, pero luego en un proceso de mejora hace falta proponer algo: sea una solución o una propuesta o por lo menos un planteo de discusión. Somos como argentinos propensos a la crítica, pero no tanto a la ejecución, o por lo menos a la coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos.
Un ejemplo: "A muchos nos molesta la basura en la calle", muchos de nosotros nos damos cuenta y hacemos apreciaciones críticas al respecto como "la gente no cuida", eso es solo la parte de la crítica (es una precepción), quedarse ahí es lo mismo que nada, incluso me permitiría decir "peor" que el que ni siquiera lo percibe o le molesta, por la adición negativa estéril.
Ahora, si pensamos además, que podemos proponer y paticipar como componentes de una sociedad para mejorar eso, yo diría (por ejemplo) que por lo menos debería plantearme que hago yo con los residuos en la calle, arrojo basura en la calle? le doy el ejemplo a mis hijos? lo hago ver a quien tira en la calle? etc.
Y... para cerrar el círculo además, modifico mis actitudes y las de mis semejantes dentro de mis posibilidades? , entonces y solo entonces!! la crítica sirvió!
Yo tengo una enorme afinidad con un concepto que es la coherencia, sobre todo entre lo que uno piensa (y critica) y lo que uno hace (y practica), cuando aprendamos a mantener esta coherencia vamos a tener una herramienta poderosísima de mejora, en todos los ámbitos, tanto en el personal, como en el social.

Con respecto a la docencia, en mi experiencia personal, quienes han podido transmitir conjuntamente con los conocimientos de la materia comunicar el "entusiasmo" sobre el estudio de la materia misma han sido quienes han hecho la diferencia, incluso independientemente de mis "preferencias", "gustos" y "facilidades". Es decir mis recuerdos son para los profesores y docentes que me pasaron conocimientos y que me transmitieron cierta "pasión" en la materia, que provocaron interesarme en la misma, en querer saber más de la misma, y a pesar que no fueran materias en las que tenías mi "fuerte", solo recuerden el discurso de Robin Williams en "La Sociedad de los Poetas Muertos" y van a comprender a que me refiero.

Saludos, DT

AnAis dijo...

hola: Me parece una verguenza este artículo que refleja una ignorancia de este tipo.
para realizar opiniones en torno al pensamiento crítico es necesario investigar fuentes bibliográficas y la verdad, no sé qué tipo de fuentes habrá utilizado usted.
El pensamiento crítico nunca va a ser negativo porque le da autonomía y libertades autorreguladas a las personas, esto es de manera conciente y consecuente. Es un proceso complejo donde se articulan muchas capacidades y habilidades de los individuos. Por otra parte, los estudiantes críticos son capaces de generar sus propias opiniones sustentadas y realizar cambios significativos.
Su propuesta me parece bastante vaga, puesto que esa supuesta "negatividad" que usted atribuye al pensar críticamente, puede ser negativa, pero para los grupos de poder, aquellos que no están interesados en que las personas piensen y actúen. Y qué mejor ejemplo que el impuesto a los libros, que es un fiel reflejo de que el acceso a la lectura está restringido para quienes tienen poder adquisitivo.
Aquellos que enseñan a pensar críticamente, se apoyan en la pedagogía de la duda, de la autonomía, del oprimido y por sobre todo de la esperanza. Porque mientras no exista la esperanza, los estudiantes no se van a ddar cuenta de lo que viven y cómo lo viven.
La verdad, me parece aberrante su artículo.
Finalmente, permítame informarle que el pensamiento creativo no funciona sólo, sino que en sincronía con el pensamiento crítico. Son interdependientes.

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