lunes, mayo 28, 2007

La canción de los misioneros, de John Le Carré

John Le Carré, como tantos otros escritores ingleses, tiene una prosa extraordinaria, de una calidad que asusta. Sus tramas son siempre complejas e interesantes, y hasta tienen un cierto valor educativo, por la cantidad de cosas que uno se entera, en este caso sobre Africa, el Congo y sobre cómo deben ser las maniobras económicas y políticas en ciertos niveles del poder. Y sus personajes son además reales, humanos, raros pero coherentes. La terminé de leer hoy y la verdad es que me encantó.

Otros que tienen ese estilo preciso y en cierta forma humorístico al escribir son Graham Greene, Colin Dexter (el creador del inspector Morse) y otros de los que ahora me olvido.

Sin revelar nada de la trama, excepto el hecho de que su protagonista es intérprete de lenguas africanas, aquí va un párrafo que me pareció muy interesante:

Una palabra aquí respecto a la psicología del polígloto. Las personas que adoptan otra lengua europea, se observa a menudo, adoptan a la vez otra personalidad. Un inglés que pasa a hablar en alemán levanta más la voz. Su boca cambia de forma, las cuerdas vocales se abren, abandona la ironía consigo mismo en favor del autoritarismo. Una inglesa que salta al francés se relajará y hará mohínes con los labios por coquetería, en tanto que un varón inglés se desviará hacia lo pomposo. Supongo que yo hago lo mismo. Pero las lenguas africanas no reflejan esas sutiles distinciones. Son funcionales y robustas, incluso cuando la lengua elegida es el francés colonial. Son lenguas campesinas concebidas para hablar con franqueza y discutir a gritos, cosa que los congoleños hacen mucho. Las sutilezas y evasivas no son fruto tanto de una gimnasia verbal como de un cambio de tema o, si quiere ir sobre seguro, de un proverbio. A veces me doy cuenta, mientras salto de una lengua a otra, de que he desplazado la voz al fondo de la garganta para conseguir el aire extra y el tono ronco necesarios. O tengo la sensación, por ejemplo cuando hablo en kinyarwanda, de que juego con una piedra caliente entre los dientes. Pero la gran verdad es que, a partir del momento en que me siento en mi silla, me convierto en la lengua que traduzco.

¿Genial, no?

Link: John Le Carré en Wikipedia en castellano
Link: John Le Carré en Wikipedia en Inglés (más completo)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡¡Barbaro!!!!! ademas, inmediatamente hago la relacion con mi experiencia personal, porque vivi en el exterior un par de años y aprendi ingles, y senti ese cambio de personalidad en el momento que tenia largas conversaciones, la mandibula se acomoda de diferente posicion, la lengua,la expresion de tu cara!
Nunca lo habia pensado de este modo, adaptacion de la personalidad al idioma,..(?).

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